El Desarrollo Profesional ha sido siempre importante y especialmente hoy cuando el desarrollo tecnológico va superándose día a día, imponiendo nuevos desafíos de adaptación a esta tecnología, Cada vez se hace necesario ampliar las disciplinas que deben estudiarse, siendo de gran importancia los estudios complementarios, incluso cada vez se hará más necesario tener más de una especialización, es decir, será necesario reinventarse cada cierto número de años.
Será necesario manejar adecuadamente una gran capacidad de adaptación a los constantes cambios que son la única constante repetitiva en el desarrollo de la sociedad actual.
Creo que es muy importante considerar lo que representa desarrollarse profesionalmente, ya que en general se considera profesional sólo aquella persona que ha obtenido algún titulo basado en una instrucción formal de alguna universidad y no reconociendo que la profesionalidad es más un compromiso con la calidad o más aún la excelencia con la que realizamos nuestro trabajo en cualquier actividad que desarrollemos y no la cantidad de títulos que obtengamos. |
|
Luego de gestionar una enorme fortuna, un joven corredor de bolsa lo perdió todo en acciones de alto riesgo y fue despedido. Cuando trató de buscar un nuevo trabajo, no encontró a nadie que pudiera ayudarle. Estaba tan orgulloso de sí, que no se había molestado en cultivar el tipo de relaciones que pudieran haberle "dado una mano" en aquel momento. Fue así, que aprendió la lección de su vida: "En el mundo de los negocios, las relaciones lo son todo".
Al cabo de seis meses -y más de 500 llamadas telefónicas infructuosas- acabó consiguiendo otro trabajo, mucho más humilde que el anterior. No obstante, su actitud básica había experimentado una transformación radical...
Actualmente, es gerente de una sociedad financiera y conoce a todas las personas del sector. Es muy posible que hoy, en caso de perder su trabajo, no le hiciera falta más que un par de llamadas para encontrar otro.
Las redes de contactos constituyen un capital personal. El éxito de nuestro trabajo depende, en gran medida, de la red formada por las personas que conocemos.
Una de las virtudes de "cultivar las relaciones", tiene que ver con la buena disposición y confianza que esta práctica genera entre las personas. Quienes más valoran cultivar las relaciones -y dominan perfectamente este arte- más efectividad alcanzan en los distintos aspectos de su vida. Las relaciones son especialmente importantes en una organización, ya que constituyen los "eslabones" que permiten unir las distintas habilidades de las personas.
Estas relaciones pueden ser bastante diferentes de aquellas que cultivamos por mero placer, o que se dan "por casualidad". En este sentido, el establecimiento de una red de contactos exige un trabajo más consciente (buscar y crear contactos) y un compromiso (mantener sana y activa la relación con esos contactos). Para ello, las personas diestras en establecer relaciones suelen combinar su vida privada con su vida profesional, algo que exige claridad y disciplina.
Las personas tímidas, introvertidas y solitarias son, obviamente, pobres en el cultivo de este tipo de relaciones. Y quienes se limitan a aceptar las invitaciones que les hacen, pero no responden del mismo modo -o limitan su conversación a las cuestiones laborales- hacen muy poco por ampliar su red de contactos.
La buena comunicación es crucial para el establecimiento de relaciones sólidas y provechosas, ya que éstas dependen del grado de empatía que tengamos por nuestro interlocutor. O sea, de nuestra capacidad de entenderle y "ponernos en sus zapatos". Cuando sabemos comunicar, nuestra empatía aparece de manera natural en el curso de cualquier conversación (relacionada a la familia; el trabajo; el deporte, o cualquier otra cuestión).
La adecuada articulación de un sistema de relaciones puede generar una inmensa fortuna, mientras que su ausencia (especialmente en tiempos difíciles) puede acabar "pasando su factura". Finalmente, el establecimiento de relaciones consolida -poco a poco- amistades y nuestra "red de contactos" inicial, se transforma en una "red de amigos". Una fuerte alianza, con la que siempre se puede siempre contar.
Será necesario estar muy alerta con un poderoso enemigo para lograr conformar una red de amigos y este es EL MIEDO; Sí nuestros miedos nos alejan de todo (de los otros, de la solidaridad, de la cooperación, del descubrimiento...) y este círculo vicioso lo transforma en pánico. Cuanto más separados estamos, más desconfiamos unos de otros. "Este me pedirá algo, aquel me robará, este otro me contagiará"... nos miramos de reojo, en lugar de acercarnos ante los problemas.
Si nos dejamos convencer por todas las voces que nos llaman a separarnos, lo que hacemos es ceder nuestro poder y nuestra capacidad de hacernos cargo de nuestra vida: algo que se relaciona profundamente con nuestra dignidad.
El gran educador Paulo Freyre decía: “no podemos ser verdaderamente humanos lejos de la comunicación… impedir la comunicación es reducir a las personas al estatus de cosas”. Cuando no hablamos entre nosotros dejamos de actuar inteligentemente. Renunciamos a la capacidad de pensar acerca de lo que está sucediendo. No actuamos para cambiar nada. Nos volvemos pasivos y permitimos que otros nos digan qué hacer. Regalamos nuestra libertad. Nos volvemos objetos; no personas. Cuando no hablamos con los demás, será algo muy grave porque estaremos renunciando a nuestra humanidad.
http:/www.efectividad.net |